jueves, 29 de diciembre de 2016

Leno


"Hay historias que se esconden en cajas de zapatos; forradas de arcoiris al final de ellos; pero ésta no; ésta es distinta.
Ésta suele ser tan básica como café negro y poco azúcar en cualquier desayuno individual; o sea; en proporción numérica 9 de cada 8 individuos toman su café por la mañana; así de básica.
No tiene príncipes de ningún tono de azul; tampoco princesas con aires de rescate en ciernes; quizá lo que sí haya es una bruja; pero no tan malvada, la pobre; sólo fue víctima de sus circunstancias e hizo lo que estaba acostumbrada hacer: encontrar culpables.
¿Que tiene ésta historia que no tenga otra? Bueno; es simple; ésta; ésta es mi historia. Tiene mi nacimiento prematuro; la vida arrancada a uñazos en 1500 gramos; talvéz algunos gritos y mucho; mucho soñar despierta; carga con almohadas de risas y columpios de planes; ésta bruja tiene mucho de hada madrina.
De niña, la brujita contemplaba el cielo y empezó a sentir fascinación por los hogares con alas largas y pájaros de sombras que son los aviones; siempre se preguntaba ¿a dónde irían? ¿ A dónde van los sueños? ¿Los que no tienen dueño? ¿Cuál es el nido de un pájaro huérfano? Miles de veces deseo ser devorada por el pájaro de metal...y volar lejos...irse más allá de lo conocido; la vida se le fue resumiendo en libros y aventuras; de otros; siempre de otros (quizá algún día la aventurera sería ella); su niñez fue arrollada por un niño llorón y su madre ausente y desde un "Hitachi" rojo con carátula blanca; pasaba las tardes enteras en un puerto italiano; sólo para comprobar un día tras otro que el "verdadero amor" siempre implicaba dolor.
Días de cordones negros y botones azules; crucigramas con futuro incierto...¿era posible volar? El amarillo con negro de Stryper y Honestly la convencieron. Primera de una larga fila de primos en ir a la universidad; primera en su familia de volar más allá del portón del patio; pero siempre con la convicción de estar escribiendo su historia!.
El tiempo embotellado sin jueces ni verdugos le meció un título de cartón; que se iría nutriendo de risas e historias en cualquier aula de secundaria. -
El sonido de vehículos interrumpió su lectura; un autobús era detenido por aquellos que amanecían con exceso de amor a sus camas; cerró el libro pero nos deja leer su título: " Relatos inéditos de una mujer sola" ; apenas iniciaba a leerlo

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