sábado, 15 de noviembre de 2014

Ceguera

I

El ciego busca
                     en las puntas de su epidermis
la forma.

Pero el tacto, inseguro
le miente de nuevo.

Podría ser espasmos de memorias (piensa),
por eso, lo huele,
lo confirma,
este es un inconfundible
pecho desnudo...

II

Ella lleva sus pechos como banderas,
                                           como conquistas,
                                                     como victorias.

Recién disputó con una jauría de hombres su alimento. (y triunfó)
Por eso la lluvia lava el barro de la gloria.

III

Contempla a través de sus cuencas sin vida,
un rostro olvidado,
con su pupila llena de luz (pero ciega)
no ve más acá de sus manos,
que son ahora sus nuevos ojos.

IV

En un mundo de ciegos,
el tuerto (no es rey)
es esclavo.

V

En este mundo de ciegos,
carece de importancia,
el recuerdo de un rostro,
pues con la boca cerrada
somos todos iguales.

VI

Préstame tú boca,
le pondré el sabor que prefiera.

Déjame recostarme en tí,
serás espalda sin pasado.

Regálame tus pechos
que se alzan como banderas,
son firmes y sin memoria.

Herédame tu sexo,
en esta podredumbre
todos olemos igual.


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