Resistencia.

Invertebrado
sin órganos
ni orgullo,
me alimento
de la mezquindad
y la rabia.

Bestia

Bestia.


De noche,
la ciudad tiene dedos
que acuchillan sombras.


En la escasez de palabras
se rebela el grito.
La ciudad
es hombre-bestia.

Hojas

HOJAS

El silencio cruje

            Corta palabras

Los gemidos

            Razgan con sus navajas

Los sonidos

           Las hojas secas

Son el escenario

Fruta

Tu respiración
     arrancó mi piel 
como cáscara
          de fruta madura.

 

ARAÑAS

ARAÑAS.

La noche anterior apenas si había podido conciliar el sueño, su corazón y su espíritu estaban demasiado excitados -Quién puede dormir-se dijo, irían de excursión, él lo había prometido, y el niño sabía que siempre cumplía sus promesas, por eso, daba vueltas y vueltas en su cama, una y otra vez, de vez en cuando se incorporaba para revisar la respiración tranquila de ellos, -De seguro ya se durmieron- a veces se asomaba por la ventana sólo para comprobar que aún estaba oscuro- Sigue siendo de noche- murmuró.

La oscuridad y el silencio envolvían todo como si fuera una frazada, estiró la mano y acarició su cabeza, seguía ahí, le gustaba dormirse tocando a su triste perro, era su único amigo,  compañero de aventuras, quien escuchaba sus historias una y otra vez, todas las veces que quisiera contarlas, con la mirada cargada de alegría, igual cuando meneaba la cola ante el pedazo de pan que le compartía a diario.

El sueño se apoderó de él, y p0co a poco se fue quedando dormido, soñó que recorría un polvoriento camino, con una rama seca, escarbaba en busca de los anhelados huecos de arañas, seguido de su perro, que ladraba ante cada posible presa, sus risas cortaban el eco de los gruñidos y una sonrisa se dibujó en su rostro.

Se despertó temprano,creyó ser el primero, pero la casa ya tenía un habitante menos, saltó de la cama, salió al patio, pensó encontrarle ahí, pero no estaba, había mucho silencio, más del acostumbrado, pero no pensó que esto fuera extraño, casi siempre él se iba con la salida del sol, ella se quedaba, a veces jugaban, otras la veía llorar, pero nunca la preguntaba la razón, descifraba silencios y entendía preguntas que nunca fueron hechas.

Regresó al cuarto y la miró, todavía dormía, al niño le pareció un ángel, aún cuando la tristeza marchitaba su belleza, mientras la veía quizó besar su frente, pero sintió que quizá despertaría si le sentía tan cerca, así que caminando de puntitas como si sus piecitos fueran gotas de rocío, salió del cuarto.

Siempre le trabataban con amor, a veces los escuchaba discutir -Cosas de gente grande- le decía a su perro, pero sabía que lo amaban, confiaba en ellos, y esa confianza le hacía rebuscar botellas vacías  , el día empezaba avanzar y las arañas se ocultaban con el calor del sol, de seguro hizo ruido y al darse cuenta la sintió cerca, mirándole con la pregunta en el rostro.

-Son para el agua- le contestó suponiendo que recordaría la excursión, de seguro lo hizo, porque regresó a la casa, talvéz  para buscar algo.

Tres, cuatro botellas le parecían suficiente, sólo faltaba un recipiente grande para guardarla, entró corriendo a la casa como una estampida de flores en verano, su risa se apagó cuando la miró sentada cerca de la mesa,estaba pálida casi como una luna llena, en sus manos tenía un papel, de pronto sintió el olor a flor marchita que se desprendía de ella, al acercarse, notó que su madre, parecía una  estatua de sal deshaciéndose, con su manita acarició su rostro, mientras la otra separaba sin mucho trabajo el papel que sostenía, no comprendía muy bien la palabra que formaban esas cinco letras, sus pensamientos se comprimieron cuando pudo pronunciarlas…Adiós.

FLOR MARCHITA

Flor Marchita

El sol se asomó, haciendo crujir la madera gastada del inservible puente que lleva a su casa, se levanto con desgano, no encontró a nadie cerca, salvo la vieja mesa, la sucia casa, el triste perro que recién se revuelca en su propia espalda como si quisiera sacudirse las pulgas de los problemas.

Le llamó, pero no  obtuvo respuesta, revisó la cama del niño, estaba vacía, camino sin prisa hacia el patio, lo encontró hurgando en botellas vacías,

-Son para el agua- le contestó sonriendo, cuando la miró con la pregunta en el rostro, recordó entonces la excursión  a buscar arañas, -Dónde estará?-se preguntó-Quizá salió a buscar trabajo- No habían tenido suerte los últimos meses, la comida se vació de a poco, y hasta el triste perro le miraba con sus ojos cargados de una estúpida alegría, mientras movía su cola ante sus movimientos, -No me mires así- le gritaba, pero el animal no entendía de pobreza y escasez, y solía disfrutar la mitad del pan que el niño siempre le compartía.

Regreso a la casucha, al quehacer cotidiano, lleno la cafetera, encendió la cocina, rebusco el café, no había más en el raspado recipiente donde lo guardaba, la incertidumbre le dominó, alcanzó la silla para sentarse, calmar la mente, respirar, sus ojos parecían abrirse escarbando en la situación, se fijo en las paredes, en la puerta que a veces sollozaba como niño recién nacido, hasta posarse en el papel que estaba sobre la mesa, entonces lo supo, estaba segura que era un mal presagio, tenía ese aroma a mala noticia, igual cuando vino el despido, el desalojo, sintio el olor a flor marchita de la frustración, sus dedos temblaron al tomar el papel, conocía la letra, apenas pudo contener el ahogado sollozo, cuando se topó de frente a su realidad, resumida en cinco letras…..Adiós.

Cinco Letras

Cinco Letras

La sombra marchita de luz, absorbe el escenario, la vieja mesa, la sucia casa, el triste perro, piezas infaltables de su rompecabezas. Ya lo había decidido, aun sin saber el futuro, aun con todas sus dudas, la bolsa de ropa alisto, tres, cuatro camisas, una foto vieja de cuando fue feliz…Ya lo habia decidido, se iria no habia mas que hacer.

La puerta solloza como recien nacido, trata de calmarla mientras contempla el papel sobre la mesa, en 5 letras resume lo que no pudo decir de frente, acaricia la madera gastada, mientras revisa que todos duerman, en unas horas el sol asomara su color, pero el, ya estara muy lejos_

-No hay tiempo de arrepentirse, el papel fue claro no hay marcha atras-, se dice, mientras cruza el casi inservible puente de madera que abre campo a su antigua casa, esas 5 letras breves, precisas, lo condenan sacude sus ojos para no verlas, pero aparecen danzando y riéndose en coro, quiso devolverse cuando recordó la promesa de llevar al niño a buscar arañas, pero no, si los veía de nuevo, podría romper las 5 temidas letras, unas horas después, luego de un pesado viaje, entro a un local, pidió un café negro sin azúcar, cuando se miro en el, las cinco letras se formaron de a poco, solo para poder leerlas y se esfumaron… Adiós.

Mis chicos

En esta noche de viernes estudiando y compartiendo con mis dos amados sobrinos.

Drenaje

DRENAJE.

La asfixia
       perforó el alma
                    con agujas
el llanto
     encontró cerrado
                        el grifo
Se anuló
    tú respiración
             sobre el césped
!Maldición!
            la capa verde
nos separa...

ESTACIÓN

ESTACIÓN


Noticias del viento,
trae a su paso,
es un cosquilleo,
susurra
fantasías,
              viajes,
                      misterios,
A veces
huele 
a sal,
       a 
         desiertos
A veces
huele 
a montañas,
                a ciudades
A veces
no huele
y 
solo pasa, 
es el maestro,
                tan solo,
                            es el tiempo.

Origami

Origami


Origami de piel
   tenaza que recorta
figuras
sedientas
       de estrellas


Se mojan 
          en sal
hasta caer 
          sus orillas.  

Filoso

Se desmenuzan las sombras,
de las cavernas de
                           mis
                                 entrañas
surgen  
       dedos de cuchillo
                          que rasgan
                                           mi piel.

El segundo
que precede al miedo
paraliza
se deja de respirar.

Puente

Puente

La hoja,
es el puente,
el camino a casa,

La bordea,
la mira,
la calcula,
-!Qué más da!
Por algún lado,
hay que empezar-
Se dijo la hormiga

Oxido y pies

Desgastados pies,
por el herrumbre del tiempo,
la esclavizada alma
muere de libertad.

El corto catoneo
filtra el pasillo
del sueño
No recuerda si duerme,
si la respiración olvido,
fija sus pestañas
en
la
mancha
de
humedad,
el momento justo 
para resucitar.