No te amo sólo por placer,
ni tampoco por tus palabras que penetran mis células,
lo mío no es físico,
es etéreo,
es eterno.
No soy tuya por la violencia con que me posees,
ni por las lágrimas que arrancaste de otros,
o la soledad de muchos.
Soy tuya en cambio
por la sangre que corre en tus calles,
eres mi puente a mi mundo,
un mundo dónde olvido decirte que no soy todo lo que ven,
tan sólo soy todo lo que Tú ves...
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